Mensajes amenazantes enviados a menores indocumentados revelan una agresiva estrategia de intimidación, según familias y defensores.

Waukegan, Illinois, 24 de julio de 2025. — El contenido duro y amenazante de cartas enviadas por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) a menores inmigrantes indocumentados ha despertado alarma tras la confirmación de su distribución en zonas como Waukegan, al norte de Chicago. La misiva, firmada en nombre de la Administración Trump, exige a los menores abandonar inmediatamente el país y advierte que “los encontraremos” si no lo hacen, confirmaron fuentes locales y medios como El Espectador y CNN.
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Carta intimidatoria: contenidos y amenazas
La carta comienza con una frase escalofriante:
“Es hora de que salgas de Estados Unidos… Si no sales de inmediato, estarás sujeto a medidas policiales que resultarán en tu deportación… No intentes permanecer ilegalmente en Estados Unidos; el Gobierno federal te encontrará.”
Dirigida a menores que ingresaron legalmente al país bajo permisos humanitarios, la misiva señala:
“El DHS está ejerciendo su discreción para cancelar tu permiso de entrada condicional… estarás sujeto a posibles multas civiles y procesos penales.”
Estas amenazas, sin precedentes, han generado conmoción en activistas y defensores de derechos humanos, que califican el lenguaje como tácticamente intimidatorio. La pastora local Julie Contreras, del santuario United Giving Hope, en Waukegan, Illinois, advirtió a EFE que “esta es una barbaridad, algo nunca visto…”, al ilustrar el impacto emocional en los niños.
Protecciones legales en riesgo
Muchos de los menores migrantes destinatarios de las cartas habían entrado bajo un programa de atención para “menores no acompañados” desde 2014, y luego fueron reunidos con sus familias en Estados Unidos. A pesar de la reunificación, siguen sujetos a procedimientos migratorios sin tutela legal parental, un mecanismo cuya protección —ya debilitada— ahora se ve gravemente amenazada, según El País.
La pastora Davina Casas, de Chicago, denunció que el DHS está trabajando en el desmantelamiento silencioso de las protecciones otorgadas, revocando permisos humanitarios y dejando a los menores desamparados sin representación legal, a pesar de que una demanda colectiva logró revertir parcialmente el recorte de fondos a defensores.
Estadísticas del centro TRAC de la Universidad de Syracuse, publicadas en la web Shia Waves, indican que más de 53 000 niños inmigrantes han sido deportados solo durante la Administración Trump, incluidos unos 20 000 menores de cinco años —reforzando la preocupación sobre la velocidad y alcance de las medidas ejecutadas.
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Entre la intimidación y el trauma infantil
Para defensores y expertos en infancia migrante, el uso de cartas como herramienta de control psicológico constituye un “terrorismo de Estado suave”. Julie Contreras afirmó que estos mensajes han traumatizado a niños que “no son criminales, son víctimas de violaciones de derechos humanos”.
La noticia ha resonado más allá de Illinois: CNN Español recogió testimonios de padres migrantes aterrorizados por la posibilidad de que sus hijos sean “encontrados” incluso aunque cuenten con procesos legales pendientes o protección humanitariadestaca que múltiples familias ya solicitaron asilo dentro de santuarios como iglesias locales, donde se guían en silencio bajo una lógica de protección comunitaria.
Grupos de ONG y defensoras han advertido que esta política abre la puerta a prácticas migratorias “sin respeto al debido proceso”, y que fuentes como El País y Reuters han señalado que el sistema de asistencia legal continúa siendo insuficiente: incluso con órdenes judiciales parcialmente favorables, numerosos menores siguen sin acceso a asesoría.
Hacia un sistema legal más seguro
La crítica principal es que estas cartas no solo buscan deportaciones aceleradas, sino que desarticulan el sistema legal diseñado para proteger a menores vulnerables. Expertos piden una revisión urgente del uso del expedited removal —o expulsión acelerada— que limita el derecho a audiencia y apela en tribunales migratorios.
Activistas exigen una suspensión inmediata de los envíos y una revisión por parte de instancias judiciales e instituciones defensoras de derechos humanos a nivel interno y en la ONU. Según El Espectador, la comunidad legal planea presentar recursos contra este tipo de intimidación como violación de normas internacionales que protegen a los menores.
Desde Chicago hasta Los Ángeles, los santuarios religiosos y civiles se han convertido en refugios temporales para niños afectados. Muchas iglesias han comenzado a registrar y orientar casos, aunque reconocen que su capacidad es limitada y que la presión legal sigue siendo inmensa.
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Impacto y retos inmediatos
La circulación de estas cartas representa un aumento significativo en la política migratoria estadounidense:
- Amenazas directas a menores —que violan tratados internacionales que prohíben el hostigamiento induciendo miedo psicológico.
- Debilitamiento institucional —la asistencia legal y derechos establecidos bajo normas humanitarias quedan en suspenso.
- Presión en comunidades locales —iglesias y ONG enfrentan desafíos operativos para atender y proteger, sin contar con respaldo adecuado.
Con la cercanía de apelaciones judiciales y el creciente escrutinio internacional, las próximas semanas serán decisivas. En un país donde la retórica de control migratorio ha escalado radicalmente, la pregunta es si el sistema logrará contener el daño emocional y legal a los menores afectados.

Niña ciudadana estadounidense, de origen mexicano, sostiene una pancarta con la leyenda: “Dejen de separar familias”. Crédito: Public Integrity.