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De dar risa la propuesta del diputado Ramón Vázquez… y aún así quiere ser alcalde

En el amplio catálogo de ocurrencias legislativas que solo buscan reflectores, el diputado Ramón Vázquez Valadez acaba de estrenar su propio episodio de “Regulando lo evidente”, y vaya que no decepciona. Su nueva y flamante iniciativa propone prohibir el uso de drones, antenas, GPS y cámaras si son utilizados con fines delictivos. Una idea tan revolucionaria como decir que robar está mal. ¡Por fin! Qué alivio saber que los delincuentes ahora sí se van a detener… porque ya lo dijo Ramón.

A nadie le sorprende que esta propuesta no tenga sustancia ni impacto real, pero sí tenga todo lo que a él le urge: una dosis de protagonismo. Porque Ramón anda desesperado. Lo dicen en su propio partido, lo murmuran en los pasillos del Congreso y lo confirma su historial legislativo: su paso por la actual legislatura ha sido tan gris que ni la inteligencia artificial lo detecta cuando se hace un análisis de desempeño parlamentario.

Y es que no es ningún secreto que el diputado sueña con figurar en las boletas de 2027, como candidato a la presidencia municipal de Tijuana. Pero su problema es que no tiene con qué. Ni una bandera sólida, ni resultados concretos, ni una narrativa que lo respalde. Así que hay que improvisar. ¿Cómo? Pues con una iniciativa que suena fuerte en los titulares, aunque en el fondo sea una obviedad jurídica disfrazada de acto heroico.

La propuesta busca castigar con mayor severidad el uso de tecnología en actos delictivos. Pero esto ya está contemplado en el marco penal actual. Es como si mañana quisiera prohibir delinquir con celulares. Ah, no, espera… eso también es parte del combo de gadgets del mal que Ramón quiere erradicar, como si de un superhéroe se tratara. Un superhéroe del PowerPoint, claro está.

Y como sabe que el camino hacia la candidatura no se pavimenta con buenas intenciones sino con presencia pública, hace unos días se le vio en la clase masiva de box en la Avenida Revolución, con todo y guantes, posando junto a la gobernadora Marina del Pilar Ávila y el alcalde Ismael Burgueño. No aportó nada, pero eso sí, apareció en todos los videos, como buen contendiente al premio al político más disponible para la foto.

Quienes lo conocen bien aseguran que Ramón está haciendo todo lo posible para que alguien lo voltee a ver en serio. Ha reforzado su presencia en redes, ha pagado menciones disfrazadas de notas y se ha sumado a cualquier evento donde haya cámaras. Desde ferias hasta encuentros ciudadanos, lo importante es estar. Aunque no haga nada. Aunque su presencia no represente más que una silueta con camisa guinda.

Pero la historia no termina ahí. El toque final de su propuesta es que aumenta las penas si el delincuente es (o fue) servidor público. Muy bien, Ramón. Solo que sería más útil proponer cómo prevenir que esos mismos servidores filtren información desde las instituciones, ¿no crees? Pero claro, eso no da para boletines ni para notas en portales aliados. Mucho menos para aparecer en la sección de “reformas destacadas”.

Y mientras tanto, Tijuana sigue desbordada de violencia, con un transporte público caótico, colonias en abandono y una ciudadanía harta. Pero no se preocupen: Ramón ya está salvando al estado… una antena del mal a la vez. En su mundo, legislar lo obvio es sinónimo de mérito, y ser visto es más importante que ser útil.

Si esto es lo que tiene para presumir como aspirante, que Dios bendiga a Tijuana… porque con propuestas como esta, lo único que queda claro es que Ramón Vázquez no quiere gobernar la ciudad: quiere salir en la foto del recuerdo.

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