El 43 % de las armas ilegales que cruzan desde EE. UU. a México proviene de Texas; nuevas rutas identificadas en Tamaulipas delinean un mapa de ingreso, acopio y redistribución armada hacia el sur del país.

Frontera sur de EE.UU. / Ciudad de México, 10 de julio de 2025.- El tráfico de armas ilegales desde Estados Unidos hacia México sigue alimentando el poder de fuego de grupos criminales en territorio mexicano. Un informe presentado esta semana por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha revelado que Texas lidera el flujo de armas hacia México, seguido por Arizona y California, con rutas identificadas que atraviesan al menos 11 cruces fronterizos clave. La información se ha complementado con datos recientes difundidos por el Informe Semestral de la Fuerza Armada Permanente, que pone el foco en Tamaulipas como uno de los nodos más importantes para el ingreso de armamento.
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Texas domina los flujos: 43 % de las armas rastreadas provienen del estado sureño
Según el reporte consultado por El Universal y Animal Político, los estados de Texas (43 %), Arizona (22 %) y California (9 %) son las principales entidades de origen de armas decomisadas en México y rastreadas por las autoridades. El gobierno mexicano identificó 11 cruces fronterizos prioritarios por donde ingresa este armamento, entre ellos Tijuana-San Diego, Ciudad Juárez-El Paso, Nuevo Laredo-Laredo y Reynosa-McAllen.
Estos puntos no solo permiten el paso de armas individuales, sino también de cargamentos diseñados para abastecer a organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación y células regionales activas en estados como Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Jalisco y Guerrero.
Nuevas rutas desde Tamaulipas: nodos de redistribución armada hacia el interior del país
La más reciente actualización del Informe Semestral de la Fuerza Armada Permanente, citada por el diario Milenio, expone con mayor precisión el papel de Tamaulipas como principal corredor de tráfico armamentístico. Cinco rutas han sido trazadas como puntos de ingreso y redistribución:
- Laredo – Nuevo Laredo – Monterrey, con conexión hacia el centro del país.
- Miguel Alemán – Cadereyta, paso hacia la zona industrial de Nuevo León.
- Camargo – Doctor Coss – General Terán, otra arteria rumbo a Monterrey.
- McAllen – Reynosa – Ciudad Victoria, extendiéndose hacia la Huasteca y el sur.
- Brownsville – Matamoros – Tampico – Veracruz, abriendo paso al sureste mexicano.
Estas rutas forman parte de un esquema de logística criminal que ha logrado establecer corredores armados hacia múltiples regiones, haciendo que Tamaulipas actúe como bisagra entre la frontera norte y estados con altos niveles de violencia armada como Veracruz, Guerrero y Michoacán.
Colaboración internacional y retos diplomáticos
En paralelo, la Cancillería mexicana ha intensificado el diálogo bilateral con Estados Unidos en materia de tráfico de armas. Por su parte, la (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos ATF) de EE. UU. ha confirmado, en informes conjuntos con autoridades mexicanas, que más del 70 % de las armas aseguradas en México pueden ser rastreadas hasta armerías estadounidenses, principalmente en Texas.
Desde 2021, organismos como el Center for American Progress, de acuerdo a The University of Arizona, han respaldado las demandas mexicanas, argumentando que el comercio de armas está vinculado directamente con el incremento de homicidios y desapariciones en los estados receptores. Desde el Congreso mexicano también se han propuesto reformas para reforzar la supervisión aduanera y establecer penalidades más severas para quienes participen en la logística del tráfico armamentista.
Una red estructurada y un reto de seguridad nacional
Los expertos señalan tres problemas estructurales:
- Leyes estatales permisivas que toleran compras múltiples en Texas, Arizona y Nuevo México, incluso sin verificación federal exhaustiva .
- Enmiendas Tiahrt, aprobadas en 2003, que restringen el acceso público a los registros de rastreo de armas, impidiendo la investigación efectiva .
- Coordinación aún insuficiente entre ATF, DEA y autoridades mexicanas, a pesar de iniciativas como “Gunrunner” y el apoyo de la Iniciativa Mérida .
El senador Marco Rubio ha advertido en audiencias del Senado de EE.UU. que este flujo “empodera a los cárteles” y pidió más recursos y cooperación para cerrar estos vacíos . En tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum y el fiscal Alejandro Gertz Manero defienden que la prioridad debe ser recíproca: mientras EE.UU. frena drogas, México debe insistir en detener el envío de armas .
La información difundida esta semana no solo confirma el rol predominante de Texas en el tráfico ilegal de armas, sino que sistematiza una red que opera bajo esquemas de logística avanzada, con rutas específicas, puntos de acopio, vehículos adaptados y conexiones interestatales. Tamaulipas, como nuevo epicentro operativo, confirma que la frontera no es solo una línea de paso, sino una plataforma de operaciones con capacidad de redistribuir armamento hacia el resto del país.
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