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Reducción en apertura de empresas exhibe la ineficacia de la política económica de Kurt Honold

En Baja California, el arranque del año trajo consigo una preocupante señal de debilitamiento económico: la apertura de empresas formales cayó un 10.3% durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El reporte exhibe una tendencia a la baja en el dinamismo empresarial del estado, resultado directo —según especialistas— de una política fiscal agresiva e insensible a las condiciones del ecosistema económico local.

Este desplome coincide con la implementación de una estrategia de recaudación encabezada desde 2024 por el gobierno estatal, que elevó el Impuesto sobre Nómina a un 4.25%, colocándolo como el más alto del país. El impacto ha sido inmediato: la creación de nuevas empresas se ha frenado notablemente, afectando directamente a uno de los motores clave de la economía estatal —el sector privado formal, responsable del 90% de la fuerza laboral en Baja California.

Entre enero y marzo de este año, solo se registraron 2 mil 115 nuevos patrones ante el IMSS, cifra inferior a los 2 mil 359 reportados en el mismo periodo de 2024. El mes de enero contabilizó 653 altas, febrero 701 y marzo apenas 761, revelando un comportamiento estancado y carente de impulso estratégico.

Esta caída no puede desligarse del deficiente desempeño del titular de la Secretaría de Economía e Innovación de Baja California, Kurt Ignacio Honold Morales. Lejos de contrarrestar los efectos negativos del entorno fiscal, su gestión ha estado marcada por una notoria ausencia de políticas efectivas para atraer inversión, incentivar la formalización empresarial o generar condiciones competitivas en la región. Las cifras muestran con claridad que el problema no es solo tributario, sino de liderazgo y dirección estratégica.

A pesar del discurso oficial que presume crecimiento y atracción de inversiones, la realidad contrasta con cierres silenciosos, una burocracia hostil y la migración de negocios a otras entidades más atractivas. En lugar de diseñar estrategias para amortiguar el impacto del impuesto y fomentar una economía más resiliente, Honold Morales ha optado por mantenerse en una postura complaciente con la narrativa gubernamental, sin presentar resultados concretos ni indicadores que respalden sus supuestos logros.

Con este panorama, queda en evidencia que el modelo económico implementado por el gobierno estatal —con la venia del secretario Honold— no solo inhibe el crecimiento, sino que amenaza con provocar una fuga de talento y capital, erosionando lentamente la base productiva del estado.

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