Los cuerpos fueron encontrados calcinados en Reynosa; nueve presuntos integrantes del Cártel del Golfo han sido detenidos.

Reynosa, Tamaulipas, 29 de mayo de 2025.- La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas confirmó este jueves que los cinco cuerpos encontrados calcinados en un predio de la ciudad corresponden a los integrantes del Grupo Fugitivo, una banda de música regional mexicana desaparecida desde el pasado 25 de mayo. La identificación fue realizada mediante análisis forense preliminar y corroborada con testimonios de familiares y registros genéticos.
Los músicos —Francisco Vázquez, Nemesio Durán, Livan Solís de la Rosa, Víctor Garza y José Francisco Morales— habían sido contratados para presentarse en una supuesta fiesta privada en la colonia Riberas de Rancho Grande, pero nunca llegaron a ofrecer su show. Días después, su camioneta fue localizada abandonada sin instrumentos ni rastro de los artistas. La desaparición generó alarma en redes sociales y movilizó a colectivos de búsqueda y a la comunidad musical de la región.
Lee también: Desaparecen integrantes del Grupo Fugitivo en Tamaulipas tras acudir a una supuesta fiesta privada
Un crimen que sacude a la comunidad artística
El hallazgo de los cuerpos ha conmocionado al país y reabierto el debate sobre los riesgos que enfrentan músicos y trabajadores del entretenimiento en zonas de alta presencia criminal. De acuerdo con Proceso, el predio donde fueron hallados los restos había sido señalado previamente por investigaciones relacionadas con actividades delictivas del Cártel del Golfo, grupo al que se atribuye el secuestro y asesinato.
La fiscalía informó que al menos nueve personas han sido detenidas hasta el momento en relación con el caso. Se trata de presuntos integrantes de dicha organización criminal, entre ellos el supuesto autor intelectual del crimen, quien ya contaba con órdenes de aprehensión previas por delitos de secuestro y homicidio.
Según las autoridades, los agresores habrían engañado a los músicos con una supuesta contratación, para posteriormente secuestrarlos y asesinarlos por motivos que aún se investigan. Una de las hipótesis apunta a una confusión con integrantes de un grupo rival o a una represalia por razones aún no esclarecidas.
Violencia sistemática contra la cultura popular
El caso de Grupo Fugitivo no es aislado. En años recientes, diversos artistas de música regional han sido víctimas de amenazas, secuestros o asesinatos, especialmente en entidades como Tamaulipas, Guerrero y Michoacán. Las agrupaciones musicales, particularmente las que tocan en fiestas privadas, se han convertido en blanco fácil para organizaciones criminales que buscan imponer control territorial o lanzar mensajes a través de actos de violencia pública.
Organismos como Artículo 19 y el Observatorio de la Música en Riesgo han condenado los hechos y exigido protección efectiva para los artistas que trabajan en contextos de alta inseguridad. “La música no debería ser una sentencia de muerte”, expresó el colectivo Justicia Sonora, que acompaña a músicos en situación de riesgo.
En tanto, la comunidad local de Reynosa ha convocado a una vigilia pública en memoria de los integrantes de Grupo Fugitivo. “No eran criminales, eran músicos. Llevaban alegría a nuestras calles y plazas. Los mataron por trabajar”, declaró un familiar durante una conferencia improvisada en la plaza central de la ciudad.
La Fiscalía de Tamaulipas ha prometido llevar el caso hasta sus últimas consecuencias, y el Gobierno federal ha ofrecido su apoyo para acelerar los procesos judiciales. Sin embargo, el miedo y la desconfianza persisten en una región donde el arte y la violencia se cruzan cada vez con mayor frecuencia.

Familiares, amigos e integrantes de la comunidad local de Reynosa, en vigilia pública en memoria de los integrantes de Grupo Fugitivo. Crédito: Vox Populi