
Ciudad del Vaticano, 21 de abril de 2025.-El Papa Francisco, el hombre que devolvió al papado una humanidad entrañable y una voz firme por los más débiles, falleció este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Farrell, quien precisó que el pontífice argentino murió a causa de complicaciones respiratorias derivadas de una enfermedad pulmonar.
Originario de Buenos Aires en 1936 bajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio, fue elegido como sucesor de Benedicto XVI el 13 de marzo de 2013. Desde entonces, durante más de once años, condujo a la Iglesia Católica con un carisma humilde, comprometido, y profundamente empático. Francisco fue el primer Papa latinoamericano, el primero jesuita y el primero que adoptó el nombre del santo de Asís, signo de su vocación por una Iglesia pobre y cercana.
Reacciones globales: líderes y figuras públicas rinden homenaje
Las condolencias comenzaron a llegar desde todos los rincones del planeta apenas minutos después del anuncio oficial. El mundo entero, más allá de credos y nacionalidades, parece haberse detenido por un momento para despedir a una figura que, aun desde la fe, supo dialogar con la razón y el corazón de millones.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, subrayó su “compromiso con los desfavorecidos y la construcción de una Iglesia en sintonía con los desafíos sociales de nuestro tiempo”. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, lo llamó “una brújula ética para la humanidad”. Emmanuel Macron, por su parte, expresó que “su voz resonaba en el mundo con fuerza y compasión. Su legado trasciende la Iglesia y alcanza a toda la humanidad”.
En Argentina, su país natal, el presidente Javier Milei —con quien había tenido desencuentros públicos— ofreció un mensaje solemne de respeto, reconociendo “su bondad y sabiduría, su servicio a la humanidad y su profunda vocación por la vida”.
El mundo del arte también se ha volcado en homenajes. El actor español Antonio Banderas publicó en sus redes una imagen junto al pontífice acompañada por el mensaje: “Muere el Papa Francisco, muere un hombre que mostró bondad, amor y misericordia con los más necesitados”. El periodista Jordi Évole, quien sostuvo una conversación profunda con él en 2019 para Salvados, escribió: “Gracias, papa. Por escuchar, por preguntar, por dudar. Y por hacernos pensar”.
Instituciones deportivas como el FC Barcelona y el Inter de Milán expresaron sus condolencias destacando su amor por el fútbol y su ejemplo de humildad. Francisco era hincha confeso del San Lorenzo de Almagro y solía bromear sobre los resultados de su equipo con sus visitantes.
Un Papa latinoamericano con impacto global
Su elección rompió siglos de eurocentrismo en la Iglesia y encarnó un giro simbólico hacia el sur del mundo. Desde el principio, Francisco decidió no habitar el suntuoso Palacio Apostólico y permanecer en la modesta Casa Santa Marta. Este gesto inaugural marcó el tono de todo su papado: austero, pastoral, profundamente humano.
Elevó temas que para muchos líderes religiosos eran incómodos: el cambio climático, la desigualdad, la migración forzada, la corrupción y la crisis de los abusos clericales. Su encíclica Laudato si’ cambió el modo en que millones de personas entendían la responsabilidad ecológica. En cada viaje, en cada homilía, hizo suyas las palabras de compasión, de justicia, de consuelo.
En América Latina, su figura trascendió lo religioso. Fue un referente ético, un consejero silencioso, una autoridad moral. Visitó México, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador, y en cada país dejó palabras que aún resuenan en la conciencia popular.
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Una relación tensa con Donald Trump
Durante su pontificado, Francisco no eludió confrontaciones con el poder. Uno de los episodios más tensos fue su relación con el expresidente estadounidense Donald Trump. En 2016, el Papa criticó abiertamente el proyecto de construir un muro en la frontera con México. “Una persona que piensa solo en hacer muros, y no puentes, no es cristiana”, afirmó. Trump reaccionó con dureza, acusándolo de ser “vergonzoso” y de “dejarse manipular por intereses políticos”.
En 2025, cuando Trump impulsó un nuevo plan de deportaciones masivas, Francisco se manifestó nuevamente: “Eso no se hace”, declaró. En su opinión, esas medidas eran “una vergüenza internacional”.
A pesar de un encuentro en 2017 en el Vaticano, las diferencias ideológicas entre ambos líderes fueron irreconciliables y marcaron una relación distante y tensa.
Un legado que permanecerá
Francisco será recordado no solo como un Papa, sino como un hombre que caminó con su tiempo sin perder la profundidad de su fe. Que abrazó a los descartados, que escuchó a los jóvenes, que habló de misericordia cuando otros gritaban castigo. Que reformó estructuras, sí, pero también corazones. Ahí su dialógo abierto con las nuevas generaciones en el documental de Disney+, Amén: Francisco Responde.
“Francisco no fue solo un Papa, fue una revolución moral”, afirmó el cardenal Matteo Zuppi. Su partida deja un vacío inmenso, pero también una estela luminosa de palabras, gestos y silencios que seguirán guiando a muchos.
El funeral será celebrado en la Plaza de San Pedro en los próximos días, con la presencia de miles de fieles, líderes políticos y religiosos. El mundo se despide del primer Papa latinoamericano, pero el eco de su voz —esa que supo conmover y cuestionar— seguirá resonando mucho tiempo después de su muerte.
Descansa en paz, Francisco. El mundo te llora. Pero también te agradece.