La embajada de EE.UU. en México emitió una advertencia sin precedentes: cualquier ingreso no autorizado a estas nuevas zonas podría derivar en multas, arrestos y prisión.

Ciudad de México, 22 de mayo de 2025.– El gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, ha declarado ciertas áreas de su frontera sur como “zonas de defensa nacional”, transformándolas legalmente en extensiones de bases militares. La Embajada estadounidense en México lanzó una advertencia directa este jueves en la red social X: “NO ENTRES. Arriesgas tu libertad en un viaje destinado al fracaso”, en un mensaje dirigido a migrantes que intenten cruzar de forma irregular.
La medida representa un nuevo escalón en la estrategia de seguridad fronteriza de la actual administración, centrada en el control militarizado de los flujos migratorios. La representación diplomática, encabezada por el embajador Ronald Johnson, confirmó que quienes ingresen sin autorización a estas zonas podrán ser arrestados, enjuiciados y condenados por delitos federales.
Zonas bajo vigilancia militar, sin ubicaciones precisas
Aunque la embajada no detalló qué segmentos de la frontera fueron convertidos en zonas de defensa nacional, informes previos del Military Times y The Washington Post apuntan que desde abril se ha desplegado esta estrategia en puntos de Texas, Arizona y Nuevo México. Estas regiones operan ahora bajo una figura legal que permite al Ejército participar en detenciones y custodia de migrantes hasta que son entregados al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Según ABC News, los primeros efectos ya se han sentido: 28 migrantes fueron acusados formalmente en abril por ingresar a propiedad federal sin autorización. Aunque algunos jueces han desestimado casos por falta de notificación adecuada, el precedente legal ya está establecido. Las penas pueden alcanzar hasta un año de prisión y multas superiores a los 100,000 dólares.
La embajada en su mensaje reiteró que estas zonas “son extensiones de bases militares estadounidenses” y que cruzarlas puede traer “consecuencias legales severas”. La advertencia se enmarca en una campaña de disuasón que refuerza la narrativa de “tolerancia cero” que ha caracterizado la política migratoria de Trump desde su regreso a la Casa Blanca.
Te recomendamos: EE.UU. plantea autorizar un ‘reality show’ donde migrantes competirían por la ciudadanía
Críticas legales y humanitarias por militarización extrema
El anuncio ha desatado reacciones inmediatas entre organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes. El Brennan Center for Justice advirtió que estas medidas podrían entrar en conflicto con la Ley Posse Comitatus, que limita la intervención del Ejército en funciones de seguridad civil dentro del país. También denunció que se están borrando límites entre seguridad nacional y criminalización del migrante.
Por su parte, la organización American Immigration Council consideró que estas zonas militarizadas podrían violar principios constitucionales de debido proceso, ya que los migrantes detenidos en estas regiones enfrentan cargos sin una adecuada notificación de que estaban en propiedad federal restringida.
Reportes del Washington Post revelan que un juez federal en Nuevo México desechó cargos contra 98 personas, al no comprobarse que supieran que habían ingresado a una zona militarizada. El fallo ha sido utilizado por abogados de derechos civiles para argumentar que estas designaciones carecen de mecanismos claros de señalización y advertencia en campo.
Lee también: Sheinbaum advierte a EE UU: “No usen el narcoterrorismo como pretexto para intervenir en México”
Un mensaje para migrantes y para la opinión pública
Con la declaratoria de estas áreas como zonas de defensa nacional, la Casa Blanca refuerza su postura de disuasión total. El tono del mensaje diplomático fue inequívoco: “No arriesgues tu libertad ni tu vida en un viaje destinado al fracaso”. La comunicación fue replicada por canales oficiales y se suma a una serie de operativos militares que buscan contener la migración irregular desde México y Centroamérica.
No obstante, críticos han advertido que esta estrategia podría tener efectos contraproducentes: empujar a migrantes a rutas más peligrosas, debilitar el derecho internacional humanitario y provocar conflictos legales entre el poder ejecutivo y el judicial.
La medida, calificada por expertos como una de las más radicales de los últimos años en materia migratoria, mantiene al gobierno estadounidense bajo escrutinio internacional. Con la frontera convertida en un espacio de vigilancia militar, el debate entre seguridad, derechos humanos y migración vuelve al centro de la agenda política.
No dejes pasar: Sheinbaum rechaza propuesta de Trump de enviar tropas a México: “La soberanía no se negocia”

Personas migrantes apostadas frente a la puerta 40 del muro fronterizo. Crédito: La Verdad.