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¿Diputada del pueblo o de Louis Vuitton? Tere Ruiz presume chamarra de 115 mil pesos en Tecate

Críticas y comentarios de indignación surgieron el pasado sábado en la feria Tecate en Marcha, justo antes del concierto de Pancho Barraza, cuando la diputada del PES Tere Ruiz fue captada portando un chamarrón Louis Vuitton valuado en 115 mil pesos. La escena, transmitida en una entrevista por Facebook, desató un escándalo al exhibir el lujo de la legisladora frente a la realidad económica de los habitantes de su distrito.

En política la forma es fondo, y lo que se viste comunica tanto como lo que se dice. La diputada apareció con un atuendo de lujo en un contexto donde miles de familias en Tecate apenas sobreviven con ingresos modestos. El contraste fue inmediato y explosivo: mientras los trabajadores en el municipio perciben salarios que oscilan entre 12 y 21 mil pesos mensuales, la legisladora lucía un abrigo cuyo precio equivale a entre cinco y diez meses de salario para muchos de ellos.

El escándalo no se reduce a la chamarra, sino a lo que revela: una profunda desconexión entre la clase política y la base social. Tecate no es un municipio de grandes fortunas. Sus trabajadores en promedio ganan entre 12 y 21 mil pesos mensuales en los mejores casos. Eso significa que, para muchos hogares, adquirir una prenda de este tipo es tan imposible como comprar un auto de lujo o una casa nueva.

La pregunta que surge es inevitable: ¿qué mensaje transmite una diputada que, en vez de mostrar austeridad, se presenta con símbolos de opulencia? En tiempos donde la política presume cercanía con el pueblo y apego a la austeridad republicana, la imagen de Tere Ruiz con un Louis Vuitton es gasolina pura para la indignación ciudadana.

El costo de esa chamarra equivale a llenar con despensa básica a decenas de familias durante meses, o a pagar la colegiatura de estudiantes que hoy abandonan la escuela por falta de recursos. Es, en términos simples, la demostración de que la política en ocasiones se viste de lujo mientras la gente hace cuentas para llegar a fin de mes.

Más allá de la moda, este caso se convierte en un símbolo de la desigualdad. Una prenda exclusiva que, en París o Nueva York, podría ser solo una excentricidad, en Tecate se transforma en una bofetada para quienes luchan todos los días con ingresos modestos y servicios públicos deficientes.

Antes de ser diputada, Tere Ruiz se describía en sus redes como “empresaria y mamá”. Ese es su perfil previo a llegar al Congreso, sin experiencia pública relevante, pero con una narrativa de cercanía comunitaria que hoy queda en entredicho. La imagen de empresaria quizá explica el gusto por las marcas exclusivas, pero choca frontalmente con el papel de representante popular.

En política no hay casualidades. Si una diputada decide aparecer en una entrevista con una chamarra de 115 mil pesos, es porque está dispuesta a que ese sea su mensaje. Y ese mensaje es contundente: lujo, privilegio y desconexión. Exactamente lo contrario a lo que debería ser la representación popular.

La diputada fue entrevistada por el alcalde de Tecate Román Cota en una transmisión en vivo por redes sociales

El episodio no pasará desapercibido. Se inscribe en una larga lista de momentos en los que políticos exhiben gustos caros sin medir las consecuencias. Lo que para ellos es moda, para sus representados se convierte en indignación. Lo que para ellos es estatus, para el ciudadano común es una provocación.

Resulta irónico que, mientras en el discurso oficial se insiste en la importancia de la austeridad, en la práctica se presume el lujo como si se tratara de un trofeo personal. Y más aún, que esto ocurra en un distrito donde la desigualdad social es el tema de todos los días.

En conclusión, la chamarra de Louis Vuitton no es solo un accesorio: es un símbolo del divorcio entre una clase política que debería representar al pueblo y una realidad donde la moda de lujo pesa más que la sensibilidad social. La diputada Tere Ruiz tendrá que decidir si quiere ser recordada como la legisladora que portaba una prenda de 115 mil pesos o como alguien capaz de entender la austeridad que exige la gente.

Porque, al final, la política no se mide en discursos, sino en gestos. Y el gesto de vestir un Louis Vuitton en Tecate habla más fuerte que cualquier declaración desde la tribuna.

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