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8M: Mujeres en el Poder… ¿Con Poder Real?

Este Día Internacional de la Mujer, Baja California se presenta como un estado donde la paridad ha avanzado significativamente: una gobernadora y cuatro alcaldesas al frente de los principales municipios. A primera vista, podría parecer un logro de la lucha feminista, un reflejo del empoderamiento de las mujeres en la política. Pero, ¿qué tanto de este poder es realmente suyo?

En los círculos políticos, las versiones de pasillo y las columnas especializadas coinciden en algo: si no fuera por el respaldo de figuras masculinas clave, muchas de estas mujeres no estarían en los cargos que hoy ocupan.

¿Una gobernadora con autonomía?

Cuando Marina del Pilar Ávila Olmeda asumió la gubernatura de Baja California, lo hizo con el discurso de una administración moderna, incluyente y con liderazgo femenino. Sin embargo, con el paso del tiempo, las versiones de que su gobierno es operado en gran medida por hombres han tomado más fuerza.

El verdadero desafío de una mujer en el poder no es solo llegar, sino gobernar con independencia. La pregunta que persiste es: ¿Marina del Pilar toma las decisiones clave de su gobierno o responde a estructuras políticas tradicionales que siguen dominadas por hombres?

Cuatro alcaldesas con sombras masculinas

En Mexicali, Ensenada, Playas de Rosarito y San Quintín, las mujeres gobiernan, pero todas han sido señaladas como figuras respaldadas por hombres que operan en la sombra.

  • Norma Alicia Bustamante (Mexicali) llegó con el impulso de un liderazgo masculino fuerte en su partido, y aunque ha intentado desmarcarse, sigue siendo percibida como una alcaldesa con una línea de acción determinada por otros.
  • Claudia Agatón (Ensenada), con una trayectoria política reconocida, ha sido vista más como un relevo controlado que como una líder con plena independencia en su administración.
  • Rocío Adame (Playas de Rosarito), quien ha tenido conflictos internos con el grupo que la llevó al poder, enfrenta el dilema de mantenerse firme o seguir directrices impuestas.
  • Miriam Cano (San Quintín), a pesar de su compromiso con las comunidades más vulnerables, también ha sido señalada como una presidenta municipal que responde a acuerdos establecidos previamente por actores políticos masculinos.

A pesar de que han alcanzado posiciones clave, ninguna de ellas ha logrado librarse por completo de la sombra de los hombres que facilitaron su llegada al poder.

Paridad en el papel, pero no en la práctica

El problema no es la capacidad de estas mujeres para gobernar, sino el sistema que aún les impone límites y condicionantes. La política ha evolucionado lo suficiente como para permitirles ocupar cargos, pero no lo suficiente como para darles un margen de maniobra sin interferencias.

Este 8M, más que celebrar la paridad numérica, habría que preguntarse: ¿cuándo veremos a mujeres en el poder que no dependan del respaldo de un hombre para llegar o mantenerse? Porque de lo contrario, más que un avance, lo que estamos viendo es una simulación de equidad dentro de un sistema que sigue operando bajo las mismas reglas de siempre.

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