
Ciudad de México, miércoles 19 de febrero, 2025.— De acuerdo con el Ranking 2024 de las 50 ciudades más violentas del mundo, publicado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Tijuana se ubica entre las urbes con mayor incidencia de homicidios a nivel global. Con una tasa de 91.35 homicidios por cada 100,000 habitantes, la ciudad fronteriza sigue enfrentando una crisis de seguridad que afecta no solo a sus residentes, sino también a la economía local, el turismo y la inversión privada.
Tijuana entre las ciudades más violentas del mundo en 2024
Tijuana es una de las siete ciudades mexicanas que figuran en el top 10 del ranking, junto con Colima, Acapulco, Manzanillo y Ciudad Obregón. Este escenario coloca a México como el país con más urbes en la lista, con un total de 20, lo que refleja una concentración preocupante de violencia en el territorio nacional.
El contexto de inseguridad en Tijuana se ha visto agravado por enfrentamientos entre grupos criminales, ajustes de cuentas y reacomodos dentro del narcotráfico, según lo informado por el fiscal de homicidios de Baja California, Miguel Ángel Gaxiola. La ciudad cerró el 2024 con 2,542 homicidios, de los cuales 2,090 fueron clasificados como dolosos y, de estos, 1,429 fueron perpetrados con armas de fuego.
Impacto en el turismo y la inversión privada
La violencia en Tijuana ha tenido repercusiones directas en la economía local. No solo por el efecto retraído de la ciudadanía (el cobro de piso se mantiene martirizando a la gente de la región), sino, también, por el sistema mismo de derrama económica que proviene de otras latitudes.
El turismo, que es una de las principales fuentes de ingreso de la ciudad, ha sufrido una disminución en la llegada de visitantes extranjeros, especialmente aquellos provenientes de Estados Unidos. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Turismo de Baja California, en 2022 Tijuana registró una derrama económica de 2,500 millones de dólares derivada del turismo. Sin embargo, para 2023 esta cifra se redujo a 2,120 millones, lo que representa una caída del 15.2%. Las proyecciones para 2024 indican una recuperación marginal, pero el contexto de inseguridad sigue siendo un factor determinante.
Empresarios de la región han expresado su preocupación ante este panorama. Según el Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana, la inversión privada ha disminuido en un 12% en los últimos dos años, con el cierre de negocios en zonas turísticas y comerciales que han sido afectadas por extorsiones y amenazas del crimen organizado.
Un sector especialmente golpeado ha sido el de la gastronomía y el entretenimiento. Restaurantes y bares en la Avenida Revolución, históricamente una de las zonas más concurridas por turistas, han reportado una disminución del 20% en sus ingresos desde 2023. De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Tijuana, varios establecimientos han cerrado debido a la falta de garantías de seguridad.
Por su parte, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, busca reforzar la lucha contra la inseguridad en Tijuana. De acuerdo a informes de San Diego Red, Burgueño ha implementado estrategias operativas y preventivas para reducir los delitos en la ciudad con el objetivo de recuperar la confianza en la Policía Municipal y mejorar la coordinación con autoridades federales y municipales.
Cada lunes, el alcalde encabeza una reunión con la Mesa de Seguridad, donde se da seguimiento a estrategias enfocadas en el bienestar de los ciudadanos. Busca priorizar acciones preventivas operativas para combatir los delitos en la ciudad, restablecer la confianza de la comunidad hacia la Policía Municipal a través del acercamiento y diálogo con ciudadanos.

Esfuerzos gubernamentales para reducir la violencia
A pesar del complejo escenario, el gobierno federal, estatal y municipal han implementado diversas estrategias para combatir la violencia en Tijuana y Baja California.
El 17 de febrero de 2025, un contingente de 500 elementos de la Guardia Nacional arribó a la ciudad como parte del “Operativo Frontera Norte”, enfocado en reforzar la seguridad en los puntos estratégicos de la frontera con Estados Unidos. Este despliegue responde a un acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas, así como para mejorar el control migratorio en la región.
Asimismo, el gobierno de Baja California ha coordinado operativos en conjunto con el Ejército Mexicano, la Policía Estatal y la Fiscalía General del Estado. En estas acciones se han llevado a cabo detenciones, cateos y aseguramientos de armas y drogas. Entre las operaciones destacadas, se informa la captura de tres personas en Tijuana, a quienes se les decomisaron armas de fuego, un vehículo robado y diversas dosis de droga.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, ha enfatizado que la estrategia de seguridad se centra en cuatro ejes: la atención a las causas de la violencia, la consolidación de la Guardia Nacional, el fortalecimiento de la inteligencia e investigación, y la coordinación con las entidades federativas.
Por otro lado, Burgueño, sigue destacando la importancia de fortalecer la ya mencionada Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad, donde participan fuerzas de seguridad y autoridades locales para mejorar las condiciones de la ciudad.
Perspectivas para el futuro
A pesar de los esfuerzos gubernamentales, la recuperación de la seguridad en Tijuana sigue siendo un desafío. La percepción de inseguridad entre los ciudadanos sigue alta, y la disminución de la actividad turística y la inversión privada podría afectar el crecimiento económico de la región en los próximos años. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la actividad económica de Baja California creció un 2.8% en 2022, pero en 2023 solo aumentó un 1.6%, en gran parte debido a la incertidumbre generada por la violencia.
La clave para revertir esta situación radica en la continuidad y mejora de las estrategias de seguridad, así como en el fortalecimiento del Estado de derecho. La colaboración entre el sector público y privado será fundamental para recuperar la confianza de los inversores y turistas.
Mientras tanto, Tijuana se mantiene como una ciudad con un enorme potencial económico y cultural, pero con el reto urgente de reducir los índices de violencia que afectan su desarrollo. El éxito de las estrategias implementadas en los próximos meses será determinante para su futuro.