El cardenal estadounidense, de 69 años, ha sido elegido como el 267º sucesor de San Pedro tras la cuarta votación del cónclave, marcando un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica
Ciudad del Vaticano, 8 de mayo de 2025.-Este jueves 8 de mayo de 2025, el Vaticano anunció la elección del nuevo Papa tras la fumata blanca que emergió de la Capilla Sixtina a las 18:07 horas locales, señalando que los cardenales han alcanzado un consenso. El cardenal Robert Francis Prevost, actual prefecto del Dicasterio para los Obispos, ha sido proclamado nuevo Papa.
El cónclave, que comenzó el 7 de mayo, concluyó más rápidamente de lo esperado, con la elección del nuevo líder espiritual de la Iglesia Católica en la cuarta votación. Este proceso ha sido seguido con gran expectación por fieles en todo el mundo.
Prevost, de 69 años, combina una sólida formación teológica con una trayectoria pastoral en América Latina, especialmente en Perú, donde vivió más de dos décadas. Su perfil refleja el tipo de liderazgo que Jorge Mario Bergoglio promovió durante su pontificado: cercano a las periferias, sensible a las tensiones socioculturales del sur global y comprometido con una Iglesia sinodal y misionera.
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León XIV, el nuevo Papa
Prevost, nació en Chicago en 1955, ingresó a la Orden de San Agustín y fue ordenado sacerdote en 1982. Obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en la Universidad de Salamanca, España, y posteriormente fue enviado a Perú como misionero, donde su labor pastoral marcó profundamente su visión de Iglesia. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, en el norte peruano, donde destacó por su enfoque cercano a las comunidades más pobres y su impulso de una pastoral participativa.
Durante su tiempo en Perú, Prevost fue conocido por su estilo de liderazgo sin ostentaciones, su defensa de los derechos humanos y su compromiso con la formación del clero local. Su experiencia en un país con fuerte presencia indígena y realidades de exclusión le dio una perspectiva que lo distingue dentro del episcopado estadounidense, generalmente identificado con posturas más institucionales.
En 2023, Francisco lo convocó a Roma como prefecto del Dicasterio para los Obispos, una de las oficinas más influyentes del Vaticano. Desde ese puesto, ha sido clave en la selección de nuevos obispos, privilegiando perfiles pastorales sobre trayectorias burocráticas, en línea con el enfoque franciscano.
Robert Francis Prevost, ha elegido como nombre papal León XIV.
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Una elección que rompe precedentes
Robert Prevost, pertenece a la orden de San Agustín y fue misionero durante más de una década en Perú, donde se desempeñó como obispo de Chiclayo. En 2023 fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más relevantes dentro de la Curia Romana. Su conocimiento profundo de las estructuras eclesiales y su experiencia pastoral han sido factores determinantes en su elección, destacan medios como Vatican News, La Croix y El País.
El nuevo pontífice es visto como una figura de equilibrio: cercano al espíritu reformista de Francisco, pero con un estilo sobrio, dialogante y menos confrontativo con los sectores conservadores. Su trayectoria en Latinoamérica y su fluidez en español han generado simpatía en las conferencias episcopales del sur global, que han crecido en influencia dentro del Vaticano.
Según el análisis de America Magazine, su perfil refleja “una continuidad matizada con el papado anterior, pero con sensibilidad particular hacia los desafíos pastorales del hemisferio sur: pobreza, migración, violencia y desinstitucionalización de la fe”.
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León XIV, un nombre con carga simbólica
Al elegir el nombre de León XIV, Prevost se inscribe en la tradición de uno de los pontífices más influyentes del siglo XIX: León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum (1891), piedra fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia. Con ello, el nuevo papa podría estar anticipando una atención renovada hacia las cuestiones laborales, los derechos sociales y la justicia económica, temas ausentes del centro del debate eclesial durante décadas.
“El nombre León tiene resonancias de firmeza y defensa de la fe, pero también de apertura a los desafíos del mundo moderno. Es una señal de que no habrá un retroceso respecto al legado de Francisco”, analizó el vaticanista italiano Marco Politi en declaraciones a La Repubblica.
En su primer mensaje como papa, León XIV pronunció unas breves palabras desde el balcón, en las que pidió oraciones “por la unidad de la Iglesia y la paz del mundo”. Su tono pausado y su español fluido fueron bien recibidos por el público reunido en San Pedro. Aún no se ha confirmado la fecha de su misa de inicio de pontificado, pero se espera que sea el próximo domingo.
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Un pontificado que inicia con expectativas y retos
León XIV hereda una Iglesia con profundos desafíos: la polarización entre sectores progresistas y conservadores, el escándalo persistente de los abusos sexuales, la disminución de vocaciones en Europa y América del Norte, así como la presión por una mayor inclusión de mujeres y laicos en la estructura eclesial.
Además, su origen estadounidense genera múltiples interpretaciones. Si bien algunos sectores celebran la “internacionalización” definitiva del papado, otros temen una posible alineación con posturas geopolíticas de Washington, especialmente en regiones como Medio Oriente o América Latina. Sin embargo, Prevost ha demostrado, en sus años como obispo y prefecto, una notable independencia de criterio, guiado más por el Evangelio que por cálculos políticos.
La elección de León XIV marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia católica. Su pontificado apenas comienza, pero su nombre, su trayectoria y su tono inicial sugieren que la continuidad con Francisco no será pasiva, sino creativa y con identidad propia.
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El nuevo Papa León XIV en su primera aparición como pontífice en el balcón central de la basílica de San Pedro. Crédito: Reuters.
