La fiscal Bertha Alcalde Luján asegura que las cadenas de custodia están intactas y responde a las versiones sobre presuntas irregularidades en la investigación.

Ciudad de México, 26 de mayo de 2025.- La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) negó este martes por la tarde que las pruebas vinculadas al asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, dos cercanos colaboradores de la jefa de Gobierno Clara Brugada, hayan sido manipuladas por agentes de seguridad ciudadana. La fiscal capitalina, Bertha Alcalde Luján, declaró en conferencia de prensa, en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, que “todas las evidencias están debidamente resguardadas” y que las versiones sobre alteración de la escena del crimen carecen de sustento técnico.
Esta declaración ocurre en medio de una creciente presión pública tras la suspensión de dos mandos policiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina, acusados de posibles irregularidades en el tratamiento inicial de los indicios. El crimen, ocurrido el pasado 20 de mayo sobre la calzada de Tlalpan, fue perpetrado con un alto grado de planeación por al menos cuatro sujetos que emplearon guantes y utilizaron tres vehículos para escapar.
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Una investigación “compleja” y sin móvil definido
Durante su comparecencia, Alcalde Luján admitió que existe un retraso en la entrega de algunas evidencias y explicó que el caso es “particularmente complejo”, tanto por el perfil de las víctimas como por la posible implicación de actores organizados. Añadió que la investigación sigue abierta y que se realiza con colaboración de la SSC, la Guardia Nacional y autoridades federales.
De acuerdo con AP News y El Universal, hasta ahora las principales pruebas disponibles incluyen prendas abandonadas por los atacantes, así como grabaciones captadas por cámaras de videovigilancia en la zona. Estas imágenes están siendo analizadas para reconstruir la ruta de huida y determinar la posible participación de más personas en el crimen.
La fiscalía ha evitado adelantar hipótesis sobre el móvil del asesinato, aunque distintas versiones apuntan a un un mensaje político dirigido al gobierno de la Ciudad de México. No obstante, hasta el momento no se han emitido órdenes de aprehensión ni se ha confirmado si los atacantes eran integrantes de algún grupo delictivo.
Silencio oficial y presión mediática
Desde que se conoció el doble homicidio, Clara Brugada ha evitado emitir declaraciones directas sobre el caso. Según reporta El País, la jefa de Gobierno ha expresado su consternación en círculos cerrados, pero ha mantenido la estrategia de no entorpecer el curso de las investigaciones con pronunciamientos políticos.
En contraste, la suspensión de los dos mandos de la SSC ha generado tensiones institucionales. El propio secretario de Seguridad, Pablo Vázquez Camacho, respaldó la medida argumentando que se trata de un acto de “responsabilidad preventiva”, sin que ello implique una determinación de culpabilidad. Sin embargo, la decisión ha alimentado sospechas sobre la coordinación entre fuerzas de seguridad y la fiscalía, en un contexto donde la percepción de impunidad se extiende entre la opinión pública.
Organizaciones como el Observatorio Nacional Ciudadano y México Evalúa han exigido transparencia total en el caso y pidieron que los resultados de las indagatorias se hagan públicos “sin filtros ni dilaciones”, dado el impacto político y social que el crimen ha generado en plena recta final del proceso electoral capitalino.
Mientras tanto, la Fiscalía capitalina reiteró que seguirá compartiendo avances relevantes conforme lo permitan las etapas procesales. “No vamos a permitir que se utilice este doloroso hecho como herramienta de desinformación”, subrayó Alcalde Luján.
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Clara Brugada en conferencia tras asesinato de sus colaboradores. Crédito: Secretaría de la CDMX.