La decimoquinta edición del Festival Internacional de Cine de la UNAM abrió con ‘La cosecha’, de Athina Rachel Tsangari, y proyectará 117 títulos entre clásicos restaurados y propuestas experimentales.

Ciudad de México, 29 de mayo de 2025.- Con una mezcla de cine de autor, reflexión política y experimentación visual, el Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) arranca su decimoquinta edición este jueves con la proyección inaugural de La cosecha (Harvest, 2024), una tragicomedia con tintes de western dirigida por la cineasta griega Athina Rachel Tsangari, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
La edición 2025 del FICUNAM se celebra del 29 de mayo al 5 de junio, con una programación de 117 títulos divididos en 65 largometrajes y 52 cortometrajes, incluyendo 18 estrenos mundiales y 27 nacionales. La curaduría, una de las más ambiciosas hasta la fecha, apuesta por visiones fílmicas que desestabilizan los límites entre realidad y ficción, política e intimidad, como destacó el comité organizador.
Un cine sin concesiones: radicalismo visual y pensamiento crítico
El festival de este año consolida a FICUNAM como uno de los foros más relevantes del cine de autor en América Latina. En palabras de la organización, el programa “dialoga con las fracturas del presente” y propone un cine “como resistencia, como lenguaje expandido, como utopía política”.
Una de las secciones más esperadas es el homenaje-retrospectiva al cineasta taiwanés Hou Hsiao-Hsien, bajo el título Mañana, hace mucho tiempo, que incluye nueve de sus películas en formatos restaurados y proyecciones en 35mm. En paralelo, se exhibirá una selección de trabajos que repasan la relación creativa entre Jean-Luc Godard, Anne-Marie Miéville y Fabrice Aragno, figuras clave del cine-ensayo y el pensamiento audiovisual europeo.
Además, se presentará un foco especial dedicado a la cineasta colombiana-brasileña, nacida en París en 1954, Paula Gaitán, cuya obra fusiona documental, poesía visual y performance. Su filmografía será revisitada mediante funciones especiales, cortometrajes y una instalación audiovisual, resaltando su capacidad para politizar lo íntimo desde el lenguaje visual.

La cineasta Paula Gaitán. Crédito: Folhapress
Una celebración plural y descentralizada
Este año, FICUNAM expande su presencia a más de 20 sedes físicas y virtuales, incluyendo el Centro Cultural Universitario, la Cineteca Nacional, Cine Tonalá, Casa del Lago, el Centro de Cultura Digital, el Cinematógrafo del Chopo y las UTOPÍAS de Iztapalapa.
Los organizadores también han previsto actividades formativas como clases magistrales, mesas de diálogo, presentaciones editoriales y laboratorios de desarrollo de proyectos. La idea es reforzar a FICUNAM no solo como un escaparate de cine, sino como un espacio de pensamiento crítico, interacción universitaria y reflexión sobre el rol político de las imágenes.
Un espacio para la resistencia audiovisual
Desde su fundación, FICUNAM se ha caracterizado por su independencia y por abrir espacio a un cine que pocas veces entra en las salas comerciales. Cine de autor, cine político, cine feminista, cine sin etiquetas. En esta edición número quince, el festival reafirma su papel como una plataforma donde convergen tradición e innovación, clásicos y primeras obras, vanguardia formal y urgencias sociales.
Mientras otros festivales celebran alfombras rojas, FICUNAM sigue apostando por la crítica, la pregunta y el disenso. Y en tiempos de crisis —ecológica, democrática, cultural—, esa terquedad cinematográfica se vuelve más necesaria que nunca.

Póster oficial de FICUNAM 2025. Crédito: FICUNAM