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Fallece Mario Vargas Llosa a los 89 años: legado literario, premios y controversias de un Nobel inmortal

Mario Vargas Llosa. Fotografía: Leonardo Cendamo/Getty Images.

Lima, Perú, 13 de abril de 2025.- Mario Vargas Llosa, uno de los más grandes escritores en lengua española y figura central de la literatura latinoamericana contemporánea, falleció este domingo a los 89 años en su residencia de Lima, Perú. La noticia fue confirmada por sus hijos mediante un comunicado oficial en el que expresaron que el autor murió en paz, rodeado de su familia. Aunque no se han revelado detalles médicos precisos, se sabe que su salud se había deteriorado en los últimos años debido a complicaciones respiratorias y afecciones propias de la edad.

Según el comunicado familiar, no se celebrarán ceremonias públicas y los restos del escritor serán cremados, en cumplimiento de su voluntad. “Queremos agradecer el cariño y el respeto de los lectores de todo el mundo, que acompañaron a nuestro padre durante su vida y su carrera. Pedimos privacidad en este momento de duelo”, expresaron sus hijos.

El arquitecto de la novela moderna latinoamericana

Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, el 28 de marzo de 1936. Desde muy joven mostró un talento precoz por la literatura, que lo llevó a estudiar Letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y luego a doctorarse en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. Su primera gran obra, La ciudad y los perros (1963), rompió los moldes narrativos tradicionales en el mundo hispano y marcó su irrupción como una de las voces fundamentales del llamado “Boom Latinoamericano”.

A esta le siguieron novelas emblemáticas como La casa verde (1966), Conversación en La Catedral (1969), La guerra del fin del mundo (1981), La fiesta del Chivo (2000) y, más recientemente, Tiempos recios (2019) y Le dedico mi silencio (2023), la que sería su última novela publicada. Su obra abarcó con maestría tanto el drama político como los dilemas existenciales, utilizando una prosa compleja, rica en estructura narrativa y profundamente crítica con los abusos del poder.

En 2010 fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura “por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo”, según el jurado sueco. También recibió el Premio Cervantes (1994), el Príncipe de Asturias de las Letras (1986), el Premio Planeta (1993) y numerosos doctorados honoris causa de universidades de todo el mundo.

Mario Vargas Llosa recibiendo el Premio Nobel de Literatura en 2010. Imagen: Getty Images

Un político liberal en la izquierda latinoamericana

Vargas Llosa no solo fue una figura literaria, sino también un protagonista activo en la vida política de Perú y de Iberoamérica. En 1990 se postuló como candidato a la presidencia de su país por el Frente Democrático (Fredemo), impulsado por una agenda liberal en lo económico y crítica del populismo autoritario. Su derrota frente a Alberto Fujimori marcó el final de sus aspiraciones políticas directas, pero no su influencia ideológica: a partir de entonces, se convirtió en un agudo comentarista político y defensor del liberalismo democrático, en constante polémica con sectores de la izquierda tradicional.

Sus columnas en medios como El País de España y su participación en foros internacionales convirtieron su voz en una referencia global, aunque no exenta de controversia. Fue un férreo crítico del chavismo en Venezuela, del castrismo en Cuba, y del kirchnerismo en Argentina, al tiempo que mantuvo una relación ambivalente con figuras del conservadurismo europeo.

Un legado literario eterno y una figura polémica

La muerte de Mario Vargas Llosa cierra un capítulo fundamental en la historia de la literatura universal. Su estilo narrativo, su audacia temática y su compromiso con la libertad individual marcaron a generaciones de lectores y escritores. Más allá de las controversias políticas y personales —como sus desencuentros públicos con Gabriel García Márquez o sus críticas a los nacionalismos—, su figura queda consagrada como la de un intelectual total: novelista, ensayista, dramaturgo, periodista, conferencista y ciudadano del mundo.

Amado y odiado por igual por sus colegas y lectores, pero su obra continuará dialogando con el presente y el futuro. “La literatura es fuego”, escribió alguna vez, y él supo encender con sus palabras un fuego que cruzó fronteras, idiomas y generaciones.

Descanse en paz, Mario Vargas Llosa.

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