El defensor Michael Goldstein afirmó que la detención responde más a una campaña mediática que a un proceso legal: “otro titular diseñado para aterrorizar a la comunidad latina”

Los Ángeles, 8 de julio de 2025. — El abogado de Julio César Chávez Jr., el excampeón mundial de boxeo, fustigó con dureza el operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que culminó con la detención de su cliente en Studio City, California. Según Michael A. Goldstein, el operativo respondió más a fines políticos y de impacto mediático que a la aplicación legítima de la ley, acusando que la acción fue “otro titular diseñado para aterrorizar a la comunidad latina” .
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Operativo vistoso y mensaje intimidatorio
El arresto de Chávez Jr., ocurrido el miércoles, involucró la presencia de más de 25 agentes del ICE, bloqueos viales y cámaras en vivo frente a su residencia, lo cual, de acuerdo con la defensa, obedeció a una estrategia comunicacional más que legal. “Fue detenido por 25 o más agentes… bloquearon su calle y se lo llevaron detenido dejando a su familia sin saber nada”, relató Goldstein a Los Ángeles Times.
Goldstein calificó las acusaciones en contra del boxeador como “indignantes” y con fines claramente mediáticos, ya que Chávez Jr. no representa “amenaza alguna para la comunidad”, según señaló en declaraciones reproducidas por BoxingScene y Associated Press.
Presunción de inocencia y ausencia de pruebas
Sobre las acusaciones que señalan a Julio César Chávez Jr., como colaborador del Cártel de Sinaloa, el abogado reiteró que ni su cliente ni su equipo contaban con asesoría o notificación oficial sobre ninguna investigación en México. “No podemos responder sobre esa acusación porque no tenemos información oficial”.
El viernes, diario Reforma informó que la Fiscalía General de la República (FGR) reveló que Julio César Chávez Jr. fue, supuestamente, un “esbirro y ajustador de cuentas” para el Cártel de Sinaloa, bajo órdenes de Néstor Ernesto Pérez Salas, alias «El Nini». Según la indagatoria —respaldada en escuchas telefónicas intervenidas entre diciembre de 2021 y junio de 2022—, Chávez Jr. habría participado en brutales golpizas a miembros del cártel, atándolos tipo “costal de boxeo” para castigarlos por fallas operativas. La acusación, que motivó una orden de aprehensión federal en México, describe escenas en las que el exboxeador ejecutaba palizas medidas por su fuerza física, como método disciplinario dentro de la organización criminal.
Goldstein también destacó que durante el procedimiento su defendido actuó con plena cooperación, sin resistencia alguna, mientras las imágenes difundidas muestran a Julio César Chávez Jr. siendo esposado frente a su casa. Además, la defensa aseveró que su vida pública contradice las acusaciones de ocultamiento: “Si hubiéramos sabido de una indagación en México, no habría participado en combates ni entrenamientos públicos los días previos”, afirmó.
Un mensaje político-público en el contexto migratorio
El arresto en plena campaña mediática se enmarca en una fase agresiva de control migratorio implementada por el Gobierno estadounidense, que ha intensificado redadas y deportaciones en California. Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional calificaron al hijo del campeón mundial de boxeo, Julio César Chávez, como “una amenaza a la seguridad pública” y vinculaban su detención con una orden de arresto mexicana por armas y crimen organizado.
“El operativo parece más orientado a generar miedo que a impartir justicia”, afirmó Goldstein a The Washington Post, denunciando una narrativa gubernamental con tintes políticos contra los migrantes latinos.
Balance y repercusiones
Este caso apunta a configurar un precedente crítico sobre el uso público del poder migratorio. Por un lado, ICE justifica la operación con base en normas legales y vínculos criminales; por otro, la defensa denuncia un espectáculo intencionado para influir en la opinión pública y construir una retórica antimigrante.
Chávez Jr. enfrenta ahora un proceso de deportación acelerada y, posiblemente, una extradición a México para responder ante cargos relacionados con narcotráfico y tráfico de armas. La detención se ve como una señal política de mano dura frente a figuras latinas de alto perfil.
En los próximos días, su defensa presentará ante la corte pruebas sobre su cooperación, mejora emocional y posible inocencia. Mientras tanto, el debate gira en torno a si las detenciones mediáticas de inmigrantes violan el principio de presunción de inocencia y escalan la tensión entre México y Estados Unidos en una coyuntura migratoria sensible.
