El actor cuatro veces nominado al Óscar sorprende en la ópera prima de Isaiah Saxon con un personaje que juega con la ambigüedad.

Nueva York, 26 de abril de 2025.- Willem Dafoe, uno de los actores más versátiles del cine vuelve a deslumbrar al público con su participación en La leyenda de Ochi (The Legend of Ochi), una fábula de fantasía dirigida por el debutante Isaiah Saxon. La película ha comenzado a proyectarse en cines de México y ha sido recibida con entusiasmo por la crítica, que celebra su atrevimiento visual y la profundidad emocional de sus personajes.
No sorprende que Dafoe, quien ha construido una carrera en torno a personajes atormentados y extremos, se sintiera atraído por un papel que juega entre el villano y el héroe. Desde su irrupción en Pelotón (1986), donde obtuvo su primera nominación al Oscar, hasta su aclamado trabajo en Van Gogh en la puerta de la eternidad (At Eternity’s Gate, 2018) como Vincent van Gogh, el experimentado actor ha demostrado una notable capacidad para habitar mundos psicológicos complejos.
Ganador de la Copa Volpi en Venecia y del Oso de Oro honorífico en Berlín, y cuatro veces nominado al Oscar, Dafoe ha alternado sin esfuerzo entre el cine independiente más arriesgado y superproducciones de Hollywood. En La leyenda de Ochi reafirma su interés por proyectos que desafían las convenciones narrativas y estéticas.
¿Qué lo convenció de La leyenda de Ochi?
Para Dafoe, La leyenda de Ochi representaba una rara oportunidad en un Hollywood saturado de efectos digitales: un retorno a las epopeyas de fantasía física, donde los actores interactúan con marionetas y sets reales: “Mi esencia es lo físico. Actuar se trata de hacer cosas. Y trabajar con seis personas operando una marioneta, como Ochi, crea una energía que absorbe y transforma la escena”, explicó.
Acostumbrado a colaborar con cineastas consagrados, Dafoe apostó esta vez por un primerizo. ¿La razón? Según confesó en entrevista con IndieWire, se dejó seducir por la pasión genuina y la mirada fresca de Saxon: “Gene Hackman me dijo alguna vez: ‘Nunca trabajes con un director debutante’. No seguí su consejo. Busco proyectos que me reten y directores que aporten nuevas perspectivas al cine.”
El estadounidense tiene una amplia selección de codiciados papeles de autores de élite, tanto del cine de culto como el mainstream: Martin Scorsese (La última tentación de Cristo, 1988), Sam Raimi (El hombre araña, 2002), Lars von Trier (Anticristo, 2009), David Lynch (Wild Heart, 1990), David Cronenberg (eXistenZ, 1999), Sean Baker (El proyecto Florida, 2017), Wes Anderson (La Crónica Francesa, 2021), Robert Eggers (El faro, 2019), Yorgos Lanthimos (Pobres criaturas, 2023)y más.
Solo en 2024, coprotagonizó las nuevas películas de Yorgos Lanthimos (Tipos de gentileza) y Tim Burton (Beetlejuice 2). Con este curriculum, se necesita mucho para que un nuevo cineasta lo deslumbre. Para Dafoe el guión de Saxon era especial en una época en la que se las IA solucionan casi todo en materia de creatividad:
“Un regreso a las epopeyas fantásticas como La historia sin fin. Es divertido, al jugar con el espectador, ver todo lo que hay detrás de la animación de esta criatura. Y, por supuesto, no te concentras en eso, sino que captas la energía de estas seis personas, o lo que sea, muy distintivas y muy concentradas, operando esta marioneta que reacciona ante ti”.
Saxon, conocido por sus videoclips artesanales para Björk y Grizzly Bear, construye aquí un universo a contracorriente: criaturas animadas por títeres, escenarios naturales y una narrativa que bebe más de los mitos ancestrales que del cine de consumo rápido. Según RogerEbert.com, su apuesta estética evoca el espíritu del cine fantástico de los años ochenta.

Fotograma de La leyenda de Ochi. Crédito: Zima Entertainment
Un mundo habitado por criaturas míticas
La leyenda de ochi nos transporta a la isla ficticia de Carpathia, un territorio salvaje donde humanos y criaturas legendarias —los ochi— coexisten en tensa armonía. La historia sigue a una joven (Helena Zengel) que desarrolla una conexión telepática con estas misteriosas entidades, mientras un cazador, Maxim (interpretado por Dafoe), lidera una campaña obsesiva para erradicarlas.
Maxim, el personaje de Dafoe, es descrito como “una especie de fanfarrón” por el propio actor. Es un hombre endurecido por su obsesiva cruzada contra los ochi, pero también profundamente vulnerable, incapaz de reconciliarse con sus propios miedos. Esta complejidad le permite a Dafoe ofrecer una interpretación matizada, equilibrando intensidad y fragilidad.
Recepción de la crítica
La leyenda de Ochi debutó en Rotten Tomatoes con un 80% de aceptación y en Metacritic con un 68, reflejando opiniones mayormente positivas. Para Variety, se trata de “una joya visual que recompensa a quienes se dejen llevar por su ritmo hipnótico”. Mientras tanto, The Hollywood Reporter elogió su audacia estética, aunque advirtió que su ambición narrativa podría desconcertar a algunos espectadores.
La música de Daniel Pemberton y la fotografía de Evan Prosofsky complementan este relato onírico que, más allá de sus imperfecciones, marca un debut prometedor para Saxon y reafirma a Willem Dafoe como un artista que nunca teme caminar sobre el filo de la innovación.