
Ciudad de México.- Lo que debía ser una celebración de la música alternativa terminó en tragedia. El festival AXE Ceremonia, realizado este sábado 5 de abril en el Parque Bicentenario, fue escenario de un accidente fatal que costó la vida a dos jóvenes fotógrafos, Citlali Berenice Giles Rivera, de 28 años, y Miguel Ángel Rojas Hernández, de 30, ambos del medio independiente Mr. Indie. El accidente ocurrió cuando una estructura metálica decorativa de aproximadamente 250 kilos colapsó por efecto de fuertes ráfagas de viento, impactándolos en la zona de baños, cerca del área de prensa. El suceso, lejos de paralizar el evento, fue invisibilizado durante horas mientras el festival continuaba como si nada.
El incidente, que inicialmente fue reportado como una lesión, generó una cadena de contradicciones entre autoridades, organizadores y cuerpos de emergencia, al tiempo que el festival continuaba sin pausas ni anuncios oficiales inmediatos, desatando una ola de críticas por la aparente indiferencia ante la tragedia.
Un accidente evitable y una respuesta tardía
Según la alcaldía Miguel Hidalgo, el colapso ocurrió a las 17:45 horas mientras el músico Meme del Real se presentaba en el escenario principal. De acuerdo con el informe oficial, la estructura que cayó no estaba contemplada en el programa especial entregado por los organizadores a las autoridades. “Fue una decisión de última hora instalarla durante el concierto”, afirmó la alcaldía, añadiendo que “dichas grúas no estaban presentes en la inspección previa del viernes”.
Personal de la Policía Bancaria e Industrial solicitó apoyo médico y arribaron ambulancias privadas de Jet Medical que diagnosticaron traumatismo craneoencefálico severo en ambas víctimas. Fueron trasladadas al Hospital General Rubén Leñero, pero no alcanzaron a llegar con vida.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) confirmó que sus elementos no pudieron acceder al sitio por tratarse de un evento privado. “Estos lamentables hechos fueron resultado de una deficiente supervisión de medidas preventivas por parte de los organizadores y las áreas operativas de la alcaldía”, señalaron más tarde en un comunicado.
Festival siguió como si nada: silencio oficial e indignación pública
Lo más polémico fue que, pese a la gravedad del accidente, el festival no detuvo su programación. Mientras se intentaba auxiliar a las víctimas, continuaban las actuaciones musicales. A las 18:30 horas, Magdalena Bay subía al escenario, y Ralphie Choo sonaba en el escenario American Eagle. En redes sociales, los organizadores seguían compartiendo mensajes promocionales como “los atardeceres son hermosos pero no más que ustedes”.
Adriana Gochez, periodista de La Razón, relató que incluso en el área de prensa nadie notificó la identidad de los afectados, quienes portaban pulseras de acreditación. “Padres de asistentes se enteraron del accidente por redes sociales y comenzaron a llamar con preocupación a sus hijos”, denunció.
Hasta las 20:30 horas, con Parcels en el escenario, la SGIRPC emitió un comunicado confirmando los decesos. A pesar de esto, el festival no se suspendió. A las 23:40 tocaba Charli XCX, y entre las 22:40 y las 00:10 horas, Natanael Cano ofrecía su show, mientras los nombres de las víctimas apenas comenzaban a circular en redes sociales.
Identidades reveladas por redes y suspensión tardía
La identidad de Miguel Ángel Rojas fue difundida a las 00:07 horas por la cuenta Nosotras tenemos otros datos, mientras que la de Citlali Giles fue confirmada a la 1:05 a.m. por el perfil Scarlet RV. Ningún canal oficial del festival mencionó sus nombres en sus comunicados.
A las 00:05, AXE Ceremonia publicó finalmente: “Con profunda tristeza confirmamos el fallecimiento de las dos personas que resultaron heridas durante el incidente”. Sin embargo, no se refirió a acciones concretas ni expresó un compromiso más allá de palabras.
La fiscalía capitalina abrió una carpeta de investigación. Los responsables de obra y protección civil contratados por el festival deberán rendir cuentas. Mientras tanto, crecen las críticas a un modelo de festivales que prioriza la experiencia estética sobre la seguridad de trabajadores y asistentes.
La mañana del domingo, ante la presión pública y mediática, se anunció la suspensión del segundo día del festival y se prometieron reembolsos automáticos vía Ticketmaster. Se convocó a una velada-protesta para las 17:30 en el Parque Bicentenario, como muestra de solidaridad y exigencia de justicia.
La tragedia en Ceremonia 2025 pone en evidencia la fragilidad de los protocolos de seguridad en eventos masivos en México. Pero también abre una discusión urgente sobre la protección de los trabajadores de la prensa y el sector cultural que cubren estos espacios. Fotógrafos, reporteros, técnicos y camarógrafos suelen desplazarse entre estructuras provisionales, escenarios móviles y condiciones cambiantes sin garantías mínimas. Su labor, muchas veces invisibilizada, sostiene la narrativa visual de estos eventos, pero también los expone a riesgos que rara vez son contemplados en los planes de seguridad. La cobertura de un concierto no debería costar la vida. La omisión institucional y empresarial no puede seguir siendo parte del espectáculo.

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